Comparto una idea de los aspectos a tomar en cuenta para la formulación de un problema de investigación.
Describe el estado "ideal" de
las cosas. Hay muchas maneras de escribir un planteamiento de problema.
Algunas fuentes recomendarán abordar directamente el problema, mientras que
otras recomendarán proveer antes un contexto de fondo para que el lector pueda
entender mejor el problema (y su solución). Empieza describiendo cómo deberían funcionar las cosas.
Antes de mencionar el problema, explica en unas cuantas oraciones cómo serían
las cosas si el problema no existiera.
Explica tu problema. En palabras del inventor Charles
Kettering, "Un problema bien planteado, es un problema casi
resuelto".[1] Uno de los objetivos más importantes
(quizás el más importante) de cualquier planteamiento de problema es articular
el problema para dirigirlo al lector de manera clara, directa y fácil de
entender. Resume sucintamente el problema que intentas resolver. Esto aborda el
corazón del asunto inmediatamente y establece la información más importante en
la parte superior del planteamiento de problema (donde será más visible). Si ya
has planteado un estado "ideal" de las cosas como se sugirió
anteriormente, tal vez desees empezar tu oración con una frase como "Sin
embargo, …" para demostrar que el problema que has identificado impide que
la visión ideal se materialice.
Explica los costos financieros del
problema. Inmediatamente después de que plantees el problema, tendrás que
explicar por qué es tan importante este asunto. Después de todo, nadie tiene el
tiempo o los recursos para tratar de resolver cada pequeño problema. En el
mundo de los negocios, el problema de fondo casi siempre es el dinero, así que
tendrás que resaltar el impacto financiero de tu problema en la compañía o en
la organización para la que redactas el planteamiento. Por ejemplo, ¿el
problema que abordas impide a la empresa hacer más dinero? ¿Cuesta activamente dinero a la empresa? ¿Daña
la imagen de marca y, por esto, cuesta indirectamente dinero a la empresa?
Trata de ser lo más exacto y específico en cuanto a la carga financiera que
representa el problema. Trata de especificar una cantidad en dólares (o un
estimado con buen fundamento) para el costo del problema.
Respalda tus afirmaciones. No importan tus afirmaciones acerca de
cuánto dinero cuesta el problema a la compañía, si no puedes respaldar tus
declaraciones con una evidencia razonable, probablemente no te tomarán en
serio. Tan pronto como empieces a hacer afirmaciones específicas acerca de la
gravedad de tu problema, tendrás que empezar a respaldar tus declaraciones con
evidencia. En algunos casos, la evidencia puede provenir de tu propio estudio,
de la información de un estudio o proyecto relacionado o incluso de fuentes
externas acreditadas.
Propón una solución. Cuando hayas explicado cuál es el problema y por qué es tan importante, procede a explicar cómo propones encararlo. De la misma manera
que el planteamiento inicial de tu problema, debes escribir tu explicación de
la solución lo más claro y conciso posible. Cíñete a los conceptos concretos e
importantes y deja los detalles menores para después. Tendrás muchas
oportunidades para incidir en cada aspecto secundario de la solución que
propones en el cuerpo de tu propuesta.
Explica los beneficios de la solución. Nuevamente, ahora que les has dicho a
los lectores qué debe hacerse con respecto al problema,
es una buena idea explicar por
qué esta solución es
conveniente. Ya que las empresas siempre tratan de incrementar su eficiencia y
ganar más dinero, tendrás que concentrarte principalmente en el impacto
financiero de la solución, los costos que reducirá, las nuevas formas de
ingreso que generará, etc. También puedes explicar los beneficios no tangibles,
como la mejora de las formas de satisfacer al cliente. Sin embargo, tu
explicación total no debe durar más que unas cuantas oraciones.
Concluye resumiendo el problema y la
solución. Después de que hayas presentado la visión ideal para la
compañía, identificado el problema que impide alcanzar este ideal y sugerido
una solución, casi habrás terminado. Todo lo que queda por hacer es concluir
con un resumen de tus argumentos principales que te permita la fácil transición
al cuerpo esencial de tu propuesta. No hay necesidad de hacer esta conclusión
más larga de lo necesario. Trata de exponer, en solo unas cuantas oraciones,
los puntos esenciales de lo que describiste en tu planteamiento de problema y
el enfoque que intentas adoptar en el cuerpo del artículo.
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